Nombre:

Hasan ibn 'Ali

Apelativos:

Al-'Askariyy (El Combatiente)
Az-Zakiyy (El Inmaculado)
Al-Jalis (El Puro)
As-Siray (El Resplandor)
Al-Mushaffa (Aquel cuya intercesión es aceptada por Dios)
Al-Hadi (El Guía)
A-Sajiyy (El Generoso)
As-Samit (El Doliente)
Al-Mawla (El Señor)
Ar-Rafíq (El Compañero)
Al-Mudi (El que alumbra)
Al-Mardiyy (El Agradable)
Al-Mustauda (El Depositario)

Sobrenombre:

Abu Muhammad (Padre de Muhammad)

Padre:

‘Ali al-Hadi (P)

Madre:

Hadithah, también conocida como Sawsan y Harbiah.

Nacimiento:

El 10 de Rabi´u-th-Thani del año 232 de la Hégira, en la ciudad de Medina.

Muerte:

El viernes 8 Rabi'u-l-Awwal del año 260 de la Hégira, a la edad de 28 años, envenenado por orden del califa abbassida Al-Mu'tamid.

Sepultura:

En el mausoleo dedicado a su memoria y a la de Imam ‘Ali al-Hadi (P) en Samarra (Iraq)

Descendencia:

Sólo un hijo, el duodécimo Imam, al-Huyyatu-l-Qa'im al-Mahdi (P) -que Allah apresure su regreso-.

Inscripción:

Sobre su anillo figuraba la inscripción "Inna-Allaha Shahid" (En verdad, Dios es testigo).

Apuntes biográficos

Su nacimiento, infancia y juventud

Fue el decimoprimero Imam y padre del Imam oculto Al-Mahdi (P). Asumió el Imamato tras la muerte de su padre, el Imam Al-Hadi (P), en el año 254 del calendario musulmán, prolongándose su Imamato por un plazo de 6 años.

El Imam Hasan Al-Askari tenía un hermano mayor llamado Muhammad. Su padre, Al-Hadi (P), había expresado que su sucesor sería el mayor de los hijos que le sobreviviesen, por lo que los shi'ítas pensaron que sería Muhammad, pero él murió antes que su padre, lo cual confirmó que la sucesión le correspondía a Al-Askari (P). Además ya había sido nombrado por sus ancestros, figurando su nombre en distintas tradiciones.

El Imam Al-Hadi (P) envío una carta a unos de sus seguidores diciéndole:

"Dios nunca extravía a la gente después de haberla conducido sin aclararles a lo que deben temer. Vuestro Imam después de mí es Abu Muhammad Al-Askari, mi hijo. El posee todo lo que vosotros necesitáis. Dios adelanta y atrasa lo que desea. «Nosotros no Hacemos que una aleya sea abrogada u olvidada sin proveer una mejor o su semejante. En esto existe una clara explicación y una prueba convincente para quienes poseen una mente sagaz» (23:106)"

No hubo discrepancia entre los shi'ítas acerca de su Imamato, al igual que no la hubo con respecto a su padre. Pero del mismo modo que su padre el Imam Al-Hadi (P) tenía un hermano corrupto, él también tenía un hermano llamado Ya'far, que era un reconocido corrupto, y que tras la muerte del Imam Al-Askari (P) pretendió ser el Imam sucesor, Al-Mahdi el prometido aunque no tuvo seguidores.

El Imam Al-Askari (P) vivió recluido y vigilado durante el corto período de su Imamato. El Imam en Samarra vivía en un lugar llamado 'Askar localidad en la que estaba el campamento militar del ejército de mamelucos turcos de la corte 'Abbasí y por ello es conocido como "Al-'Askari". El número de seguidores de los Imames había ido en aumento año tras año, por lo que en esa época era muy considerable. Y todos sabían que el hijo del Imam Al-Askari (P) era Al Mahdi el prometido (P).

Por eso fue sometido a una estrecha vigilancia. Debido a esta reclusión, el Imam sólo pudo tomar contacto con un grupo limitado de seguidores, quienes se encargaban de difundir sus enseñanzas. Así se fueron preparando los eruditos que asumirían la guía de las cuestiones religiosas en la comunidad durante la ocultación del Imam Al-Mahdi (P).

El Imam Al-Askari (P) tuvo a su hijo, Al-Mahdi (P), en el año 255 del calendario musulmán. Pero nunca lo mostró en público. Su nacimiento permaneció en secreto y él fue ocultado, a fin de proteger su vida.

Cuando el Imam Al-Askari (P) fue envenenado, padeció una agonía de una semana de duración. El califa envió a su casa a varios médicos y juristas que debían permanecer día y noche junto al Imam y vigilar a toda su familia. Tras su muerte, todas las mujeres que vivían en su casa fueron controladas durante dos años para ver si alguna daría a luz a un hijo del Imam. Su hijo fue buscado intensamente, pero no fue hallado. Los shi'ítas sabían de su existencia, y muchos de los seguidores del Imam recibieron mensajes de Al-Mahdi (P) que corroboraban su autenticidad.

El Imam Al-Askari (P), fue enterrado en su casa de Samarra, junto a su padre Al-Hadi (P).

Él tenía veintidós años cuando su honorable padre el Imam Al-Hadi (P) fue martirizado. Él ocupó el puesto del Imamato durante seis años, lo que significa que fue martirizado a los veintiocho años. Su único hijo y sucesor, el decimosegundo y último Imam, el honorable Huyyat Ibn Al-Hasan Al-Mahdi (que Dios apresure su reaparición), es nuestro Wali 'Amr (protector de los asuntos de los creyentes) y el Imam de nuestra época. La luminosidad de su existencia se encuentra oculta detrás de las nubes de su ausencia, y en el momento que Dios Todopoderoso ordene, se revelará y aparecerá, y el mundo será depurado de las iniquidades y llenado de justicia.

Aquellos que tuvieron contacto con el Imam Al-'Askari (P) dijeron: "Este honorable era de tez bronceada, ojos grandes, apuesto, buena figura y con majestuosidad y gloria".

La vida del undécimo Imam coincidió con el gobierno de seis de los Califas 'Abbasíes: Ya'far Al-Mutawakkil (232-247 H.), Muhammad Al-Muntasir (247-248 H.), Ahmad Al-Musta'iin (248-252 H.), Muhammad Al-Mu'tazz (252-255 de la H.), Muhammad Al-Muhtadii (255-256 H.) y Ahmad Al-Mu'tamid (256-279 H.), y fue martirizado durante el gobierno de este último.

Su Imamato

Cada uno de nuestros Inmaculados Imames (P), al presentar a su sucesor únicamente no se satisfacía con las narraciones comunes las cuales mencionaban el nombre y las características de todos los Imam hasta el decimosegundo de éstos y para enfatizar y disipar cualquier duda presentaban en forma directa a los shi'itas y a sus compañeros especiales al Imam después de él; respecto al Imam Al-'Askari (P) existen numerosas narraciones que conciernen a este mismo asunto, y a continuación nos permitimos trasmitir algunas de éstas:

Abu Hashim Ya'fari -que fue uno de los destacados y fiables cronistas de hadiz de la Escuela Ash-Shi'ah y seguidor especial de los Imames (P) dice: "Fui a visitar al Imam 'Ali Al-Hadi (P), me dijo: 'Mi sucesor será mi hijo Hasan; ¿cómo os comportaréis con el sucesor de mi sucesor?'. Pregunté: '¡Cómo será él! ¡Dios ofrezca mi vida por ti!'. '¡No podréis ver su persona y no será conveniente que pronuncies su nombre!'. Pregunté: ' ¿Entonces, como deberemos recordarlo?'. Dijo: 'Decid Al-Huyyat min ali Muhammadin sal.lal.lahu 'Alihi wa Alihi (la evidencia de la familia de Muhammad, los saludos de Dios sean para él y su familia)'".

Saqr Ibn Abi Dalf relata: "Escuche al Imam Al-Hadi (P) decir: 'En verdad que el Imam después de mí es mi hijo Hasan y después de él su hijo Al-Qa'im (el Restaurador) y él es el mismo que establecerá en la Tierra justicia y equidad al igual que antes se había llenado de opresión y tiranía'".

Nawfali expone: "Me encontraba con el Imam 'Ali Al-Hadi (P) en el patio de su casa, su hijo Muhammad pasó frente a nosotros, entonces le dije: '¿Después de vos éste será el Imam?'. '¡No! Vuestro Imam después de mi será Hasan'. Respondió".

Yahia Ibn Yasar cuenta: "Cuatro meses antes de que falleciese el Imam Al-Hadi (P) testamentó y mencionó que el heredero del Imamato y califato después de él sería su hijo Imam Hasan Al-'Askari (P) y nos tomó como testigos a mí, y a un grupo de sus amigos y shi'itas".

Abu Bakr Fahfaki dice: "El Imam Abu Al-Hasan Al-Hadi (P) me escribió: 'Mi hijo Abu Muhammad (Imam Al-'Askari -P-) entre los descendientes de la familia del Profeta, es el hombre más perfecto en cuanto a su creación y el más firme entre éstos en su lógica; él es mi hijo mayor y mi sucesor y un eslabón del Imamato, y nuestros mandatos le serán heredados a él. Entonces lo que me preguntabais a mi, preguntadlo a él, y aquello que necesitéis se encuentra en sus manos'".

El califato 'abbasi en la época del Imam Al-'Askari (P)

El Imamato del decimoprimero de los Inmaculados Imames, coincidió con el gobierno de tres califas: Al-Mu'tazz, Al-Muhtadii y Al-Mu'tamid.

Al-Mu'tazz Al-'Abbasi tomo el gobierno después de su primo paterno Al-Musta'iin; el Imam Al-Hadi (P) fue martirizado durante el gobierno de Al-Mu'tazz, y también un gran grupo de los seguidores de 'Ali (P) fueron martirizados y envenenados durante el gobierno de este califa tirano. Al-Mu'tazz en una ocasión encarceló a su hermano Al-Mu'aied y ordenó que le dieran cuarenta latigazos hasta que él mismo renunciara a ser el heredero del trono, poniéndolo después en libertad; en otra ocasión también lo encarcelo y ya que había escuchado que un grupo de soldados turcos habían decidido poner a Al-Mu'aied en libertad, ordenó que lo mataran. Para ello colocaron a Al-Mu'aied dentro de una cobija llena de veneno y cerraron los extremos de ésta hasta que murió, entonces convocaron a todos los jurisconsultos y jueces de la corte para que lo miraran y comprobasen que no había señales de tortura en su cuerpo y fingiesen que murió ¡de muerte natural!.

Durante el gobierno de Al-Mu'tazz apresaron a más de setenta de los shi'itas y descendientes de Ya'far Taiiar y 'Aqil Ibn Abi Talib que se habían rebelado, y los trajeron a Samarra. Durante el gobierno de este califa los adictos del Imam Al-'Askari (P) se encontraban en muchas dificultades y muy oprimidos. Algunos se quejaron de la situación por medio de cartas enviadas al Imam; el Imam en respuesta les dijo: "Dentro de tres días llegará el consuelo y la libertad".

Y sucedió tal y como lo predijo el Imam, ya que los soldados turcos de la Corte 'Abbasí, que consideraban a Al-Mu'tazz inconveniente para sus intereses se rebelaron ante él y lo obligaron a renunciar al califato, entonces lo echaron en un sótano y sellaron las puertas de éste para que muriese ahí dentro.

Después de Al-Mu'tazz, Al-Muhtadii tomó las riendas del califato. Este hombre tirano se comportaba hipócritamente, aparentemente era un devoto y evitaba las lujurias inclusive había sacado a las cantantes de su corte, prohibido cualquier corrupción y demostraba ayudar a los oprimidos, sin embargo, durante un tiempo encarceló al Imam Al-'Askari (P), e inclusive decidió matarlo. No obstante la muerte no le permitió hacerlo y Dios le quitó la vida. Durante el gobierno de Al-Muhtadii un grupo de los seguidores de 'Ali (P) se rebelaron y algunos de ellos fueron encarcelados, en donde tiempo después fallecieron.

Ahmad Ibn Muhammad relata: "Cuando Al-Muhtadii asesinó a los árabes y no árabes, escribí una carta al Imam Hasan Al-'Askari (P) diciendo: 'Gracias al Dios que lo hizo arrepentirse de matarnos. Yo había recibido la noticia de que lo había amenazado y dicho: ¡Juro por Dios que terminaré con la familia de Muhammad sobre la tierra!'".

Y el mismo Imam con su mismo puño y letra respondió mi carta diciendo: "¡Qué corta es la vida de éste, dentro de cinco días será asesinado con desprecio y bajeza!".

Y así sucedió. Al-Muhtadii fue asesinado por los turcos de su ejército y Al-Mu'tamid lo sucedió.

Al-Mu'tamid, al igual que sus antepasados, se dedicaba a los placeres del mundo, a la tiranía e inmoralidad, situación que provocó que poco a poco su hermano Al-Muwaffaq se hiciese cago de todos los asuntos de la corte al grado que llegó a controlarla en tal forma que Al-Mu'tamid prácticamente no tenía nada que ver y únicamente era califa de nombre. Después de la muerte de Al-Muwaffaq su hijo Al-Mu'tadzid dominó a su tío al igual que lo había hecho su padre, y finalmente el año 279 de la Hégira. Al-Mu'tamid fue destruido y Al-Mu'tadzid oficialmente se hizo cargo del califato.

Durante el gobierno de Al-Mu'tamid fue martirizado el Imam Al-'Askari (P), y un grupo de los shi'itas fueron también muertos. A algunos de ellos los asesinaban de la forma más trágica e inclusive después de matarlos mutilaban sus cuerpos. Algunos de los historiadores han registrado que durante el gobierno de Al-Mu'tamid hubo muchas guerras y enfrentamientos al grado que aproximadamente quinientas mil personas fueron muertas.

De cualquier forma, la atención que centraba la sociedad en los Inmaculados Imames, y el desacuerdo de éstos Inmaculados hacia con los califas tiránicos, ocasionó odio y constante desacuerdo y el que actuaran más estrictamente en contra de los Imames. El Imam Al-'Askari (P) también al igual que su honorable e inmaculado padre siempre tuvo que enfrentarse a las molestias y la rigurosa vigilancia del gobierno. Este honorable Imam en una ocasión durante el gobierno de Al-Muhtadii fue llevado a la cárcel de Salih Ibn Wasif, quién envió a dos de sus más perversos vigilantes para que cuidaran del Imam y fueran rigurosos con él, sin embargo los ruegos y súplicas del Imam hicieron efecto en ellos.

En otra ocasión enviaron al Imam a la cárcel de Nahrir, quien era muy severo y molestaba al Imam. La mujer de Nahrir le dijo: "¡Teme a Dios! Tú no sabes a quién has hospedado en tu casa. -Entonces habló respecto a la forma en que adoraba a Dios y a sus virtudes, y continuó diciendo- Temo por ti por la tiranía que muestras hacia él".

Nahrir respondió: "¡Juro por Dios, que lo echaré a los animales salvajes!".

Después de que contó con el permiso de sus superiores, echó al Imam a la jaula que contenía algunos animales salvajes, y no dudaba en que lo desgarrarían. Cuando fue en busca del Imam lo encontró a salvo y realizando la oración, mientras que los animales salvajes lo habían rodeado, por ello ordenó que lo regresaran a su casa.

Al-Mu'tamid también, durante su gobierno encarceló al Imam Al-'Askari (P) y a su hermano Ya'far, enviándolos a la prisión de 'Ali Yarrin. Lo tenían enterado constantemente de la situación del Imam, y le informaban que durante los días ayunaba y las noches las pasaba en vela y orando.

En una ocasión preguntó a 'Ali Yarrin el estado en el que se encontraba el Imam y le repitió lo mismo que siempre, entonces ordenó: "En este mismo instante ve a visitarlo y hazle llegar mis saludos, dile que se marche a su casa, y tú acompáñalo".

'Ali Yarrin relata: "Me dirigí a la cárcel, vi que el Imam había vestido sus ropas y estaba listo para irse. Cuando me vio se levantó, y yo le comuniqué el mensaje del Califa. El Imam subió a su montura y se detuvo. Pregunté la causa por la cuál se había detenido, me dijo: '¡Espero a Ya'far!'.

'El Califa únicamente ordenó que lo pusiésemos en libertad a vos, y no dijo nada de Ya'far'. Le expliqué.

'Ve con el Califa y dile que nosotros dos venimos de una misma familia, y en caso de que yo regrese solo y Ya'far no me acompañe, sucederá algo que no es oculto para él'".

'Ali Yarrin fue a ver al Califa y cuando regresó informó: "El Califa dijo que pondrá en libertad a Ya'far únicamente por vos, y que lo había encarcelado por el delito y traición que cometió hacia vos y hacia él mismo".

Luego puso en libertad a Ya'far y los dos regresaron a casa.

De todo lo que hemos mencionado en forma condensada respecto a la situación del gobierno de los califas y su comportamiento con el Imam es evidente que el Imam Hasan Al-'Askari (P) vivió en una época difícil y sofocante, que el gobierno lo tuvo siempre bajo una estricta vigilancia y que repetidas veces fue encarcelado. La historia es testigo de que inclusive en los momentos en que el Imam se encontraba fuera de la cárcel, controlaban a aquellos que lo visitaban, y sus amigos y shi'itas no podían contactarse fácilmente con este Inmaculado, y en ocasiones algunos de los shi'itas podían visitar al Imam con la ayuda de los familiares del Imam; en la obra "Kashful Gummah" leemos:

"Un hombre de los shi'itas en la época del Imam Hasan Al-'Askari (P) salió de Samarra para buscar trabajo y se dirigía hacia Bila Yabal (se le llamaba así a las ciudades que se encuentran en la cordillera de Hamadán hasta Qazvin en el occidente de Irán). En el camino se encontró con un hombre amigo de los seguidores de 'Ali (P) que viajaba de Halwan (ciudad que se encuentra cerca de la frontera con Irak) y le preguntó: '¿De dónde viene?'.

'De Samarra'. Le respondió el shi'í.

Le preguntó si conocía tal colonia y tal calle en Samarra. A lo que contestó afirmativamente. Nuevamente preguntó: '¿Tienes noticias de Hasan Ibn 'Ali (P)?'.

Respondió: '¡No!'.

'¿Para que has venido a Yabal?' Le preguntó.

'En busca trabajo'. Dijo el hombre.

'Tengo cincuenta dinares, te los daré en caso de que me acompañes a Samarra y me lleves a casa de Hasan Ibn 'Ali el Imam Al-'Askari (P)'. Le propuso el hombre halwani.

Éste aceptó y lo llevó a casa del Imam…".

De este relato puede deducirse como era la situación de este Inmaculado fuera de la cárcel, y este Inmaculado hasta que grado se encontraba limitado y vigilado por el gobierno de su época, en tal forma que la gente no podía entrevistarse con este Imam fácilmente, y para poder entrevistarse con él debían hacerlo con precisión y precaución, e inclusive los seguidores de 'Ali (P) y sus familiares cercanos no podían visitarlo seguido.

Narración sobre el Imam Hasan Al-Askari (P)

Ahmad Ibn Ubaidullah Ibn Jaqan era un alto funcionario del gobierno abbásida que estaba a cargo del manejo de las tierras y los impuestos de Qom. Siempre que se mencionaba a los alauitas (los descendientes de 'Ali -P-), se mostraba fuertemente anti-shi'ah, muy alejado de llegar a favorecer a la Gente de la Casa. Su hijo narró lo siguiente:

"No he visto ni he sabido de un alauita semejante a Hasan Ibn 'Ali Ibn Muhammad Ibn 'Ali Ar-Rida (P), tanto en carácter, tranquilidad, contención de la ira, como en nobleza y grandeza ante los ojos de la Gente de la Casa y de los Bani Hashim en su totalidad, al punto que lo preceden a los mayores que él, aún sobre los más eminentes y destacados. Esta situación se repite también entre los comandantes militares, los ministros y el pueblo en general.

Recuerdo que un día me hallaba sentado junto a mi padre mientras él se reunía con la gente. Entonces los chambelanes entraron y le comunicaron que Abu Muhammad, el hijo de Rida (P) se encontraba esperando. El exclamó en voz alta: 'Dadle permiso para entrar'. Yo me sorprendí de haber escuchado a los chambelanes que osasen llamar a un hombre por su apelativo en presencia de mi padre, pues esto sólo estaba permitido al dirigirse a un califa, su heredero, o para aquel cuya autoridad lo hiciese digno de tal título. Entonces entró un hombre moreno, robusto, atractivo, de excelente físico y joven; mi padre al verlo, se levantó y caminó unos pasos hacia él (en señal de respeto). Yo no tenía conocimiento que él tomase esta actitud con ninguna otra persona perteneciente a los Bani Hashim o comandantes militares. Cuando estuvo junto a él, lo abrazó, besó su rostro y su pecho, lo tomó de la mano y lo hizo sentar en su propia alfombra de oración, en el mismo sitio en el cual antes había estado sentado. Se sentó a su lado y comenzó a hablarle expresándose honorablemente, diciéndole: Yu'iltu fidak (expresión que se utiliza para pedir algo).Yo me hallaba sumamente sorprendido por lo que estaba presenciando. Luego entraron los chambelanes anunciando la visita de Muwaffaq, el gobernador de Samarra. Cuando éste visitaba a mi padre, los chambelanes y nobles lo precedían levantando una cortina entre él y la gente, la cual se mantenía hasta su partida. Mi padre continuó mirando a Abu Muhammad hasta que vio a los sirvientes de la corte. Entonces le pidió disculpas al Imam y lo llevó detrás de la cortina, a fin de que Muwaffaq no lo viese. Luego se despidió de él. Entonces le pregunté a los sirvientes de mi padre: '¡Qué vergüenza! ¿Quién era ese hombre a quien vosotros habéis llamado por su apelativo (Abu Muhammad ), y a quien mi padre ha tratado de tal forma?' Ellos me dijeron: 'Es un alauita llamado Al-Hasan Ibn 'Ali, que es conocido como un descendiente de Ar-Rida (P). Yo me quedé más sorprendido, y permanecí ansioso hasta la noche. Mi padre acostumbraba a realizar la plegaria de la noche y luego sentarse a planear cuestiones del gobierno. Yo esperé que rezara y luego me senté ante él. No había nadie más presente. Le pregunté: 'Padre ¿quién era el hombre a quien esta mañana trataste con tanto respeto, honor y gloria, incluso usando la expresión: 'Que yo y mis padres te sirvamos de rescate'?'. Me respondió: 'El es el Imam de los rafiditas (los shi'ítas), Al-Hasan Ibn 'Ali (P), conocido como un descendiente de Ar-Rida (P)'. Luego permaneció en silencio un momento y después agregó: ¡Oh, hijo mío! si el califato tuviese que ser tomado por nuestras manos, por los Bani Abbas, ninguno de los Bani Hashim tendría mayor autoridad que él para hacerlo, a causa de su gran mérito, nobleza, contención de la ira, desapego de lo mundanal, modestia, devoción a Dios, alta moral y piedad. Si hubieses conocido a su padre, habrías visto a un hombre noble, bueno y excelente.

Yo quedé muy intranquilo y pensativo por lo que había presenciado y oído sobre aquel hombre, y desde entonces procuré buscar información e interiorizarme en este asunto. Cada vez que interrogaba a alguno de los comandantes militares, de los Bani Hashim, juristas, secretarios, chambelanes, eruditos, o a la gente común, sólo hallaba elogios hacia esta persona, a la cual distinguían sobre los demás honrándolo, destacándolo, colocándolo en la más alta jerarquía y prefiriéndolo con palabras amables y gran consideración. Su rango era tan magnífico que no encontré a nadie que no me hablase bien de él y lo alabase, ya sea amigo suyo o enemigo.

Uno de los asharitas (una de las escuelas sunnitas) le preguntó a mi padre en una reunión: '¿Qué información posees de su hermano Ya'far y su posición?'. Mi padre exclamó: ' ¿Y quién es Ya'far para que se pregunte por él o se lo compare con Al-Hasan (P)?. Él comete pecados pública y abiertamente. Es un libertino y un borracho. Es uno de los hombres más viles, denigrantes e insignificantes que yo haya visto'.

Sin embargo, tras la muerte del Imam, él (su hermano) reclamó la autoridad y llegó a tener algunos seguidores.

Cuando Al-Hasan (P) enfermó, mi padre fue a informarse de su enfermedad. Entonces fue al palacio del califa a notificárselo y regresó con cinco sirvientes de la mayor confianza del califa, entre ellos se encontraba Nahir (uno que había tenido al Imam -P- en prisión). Ellos debían permanecer en la casa del Hasan controlando su condición. Al mismo tiempo le envió un número de médicos especialistas que debían controlarlo y cuidarlo día y noche. Unos días después, se informó que Al-Hasan (P) se había debilitado. Entonces el califa envió a más médicos y al jefe de los juristas (qadi) con diez hombres confiables en religión, piedad y lealtad, elegidos por el qadi, quienes debían permanecer al lado del Hasan hasta su muerte.

Cuando las noticias de su muerte se expandieron, toda Samarra se convirtió en un clamor. Los mercados quedaron vacíos y todo el pueblo concurrió a su funeral. Estaban presentes todos los Bani Hashim, los jefes militares, secretarios, juristas, testigos y toda la gente en general. Aquel día Samarra parecía el día de la Resurrección. Abu Isa Ibn Al-Mutawakkil hizo la plegaria funeraria y luego mostró el rostro del Imam y declaró: 'Este es Al-Hasan Ibn 'Ali Ibn Muhammad Ibn Ar-Rida (P). El ha muerto. Dejó la vida desde su cama. Lo atendieron tales sirvientes del Comandante de los creyentes, tales médicos, etc...' Luego fue enterrado. Después de esto, Ya'far Ibn 'Ali, su hermano, se acercó a mi padre y le dijo: 'Dame el rango de mi hermano y te daré 20.000 dinares por año'. Mi padre le replicó duramente y le dijo: '¡Oh, tú, tipejo ignorante! El califa, que Dios alargue su vida, ha desenvainado su espada contra todos aquellos que reclamaban que tu padre y tu hermano eran Imames para hacerlos desistir de su postura, y no ha tenido éxito. Si tú fueses un Imam ante los ojos de los shi'ítas de tu padre y tu hermano, no necesitarías que el califa ni ningún otro te otorgue su rango. Si tú no posees tal jerarquía de acuerdo a ellos, no la ganarás a través nuestro'. Luego mi padre lo insultó de una manera que no resultó placentera ni siquiera para mí. Lo degradó, humilló y ordenó que fuese echado y nunca más sea admitido en su presencia.

Luego, las autoridades demandaron una investigación y búsqueda de datos sobre el hijo del Hasan Ibn 'Ali (P), mas no hallaron ningún rastro suyo. Sin embargo la Shi'ah siguió sosteniendo que tras su muerte, él dejó un hijo que lo sucediese en su Imamato".

Algunos ejemplos de las virtudes del Imam Hasan Al-Askari (P)

1.- Relatado por Muhammad Ibn 'Ali, un descendiente del Imam Musa al Kazim (P), que era waqifita (o sea alguien que sostiene que no hay más Imames después del Imam Musa -P-): "Las circunstancias eran difíciles tanto para mi padre como para mí. Entonces mi padre me dijo: 'Vayamos a ver a este hombre (el Imam Al-Askari) pues se lo describe como una persona muy generosa'. Yo le pregunté: '¿Tú lo conoces?'. Me dijo: 'No, ni siquiera lo he visto una vez'.

Partimos, y en el camino mi padre me dijo: 'Necesitamos que nos entregue 500 dirhames, 200 para ropa, 200 para harina y 100 para gastos'. Yo pensé: 'Me gustaría que él, además, me diese 300 dirhames, 100 para comprar un burro, 100 para gastos y 100 para ropa. Así yo podría ir a Al-Yabal'.

Cuando llegamos a su puerta, un sirviente nos abrió y nos hizo pasar. El Imam nos saludó y le dijo a mi padre: '¿Qué es lo que te ha mantenido alejado de nosotros hasta ahora?'. Mi padre le dijo: '¡Oh, mi señor!. Me siento avergonzado de reunirme contigo en estas circunstancias'.

Cuando la visita concluyó, su sirviente vino hacia nosotros y le dio a mi padre una bolsa, diciéndole: 'Aquí hay 500 dirhames: 200 para ropa, 200 para harina y 100 para gastos'. Luego me dio una bolsa a mí y me dijo: 'Aquí hay 300 dirhames: 100 para comprar un burro, 100 para gastos y 100 para ropa, pero no vayas a Al-Yabal, sino a Swar'".

Muhammad Ibn Ibrahim al Kurdi agregó sobre este relato: "Muhammad Ibn 'Ali fue a Swar. Allí se casó y sus ingresos actuales son de 2000 dinares. Sin embargo el aún sostiene el waqf (es decir, que Musa -P- fue el último Imam ). Yo le dije: '¡Qué vergüenza!. ¿Acaso necesitas una prueba más clara que esta?'. El me respondió: 'Tienes razón. Pero aún así nosotros sostenemos una doctrina que ha pasado de generación en generación'".

2.- Ahmad Ibn Al-Hariz ha transmitido: "Yo estaba con mi padre en Samarra. El era el cirujano veterinario del establo de Abu Muhammad Hasan Al-Askari (P). Al-Musta'in (el califa ) tenía una mula cuya belleza y estampa no tenían par. Pero ella se negaba a ser montada e incluso a soportar las riendas. Los cuidadores de los caballos habían tratado de domarla por todos los medios, pero sin tener éxito. Uno de los íntimos del califa le dijo: '¡Oh, Comandante de los creyentes! Llama Al-Hasan, el descendiente de Ar-Rida (P) para que la monte. El podrá hacerlo, o bien ella lo matará'. El mandó a llamar a Hasan Al-Askari (P), y mi padre y yo lo acompañamos. Cuando el Imam entró en el palacio, vio la mula en el patio y se dirigió hacia ella, poniéndole su mano en el anca. La mula comenzó a sudar de tal manera que su sudor mojaba el piso. Luego el Imam se dirigió hacia el califa y lo saludó. Este le dio la bienvenida y lo acercó hasta su asiento. Luego le dijo: '¡Oh, Abu Muhammad! Colócale las riendas'. El Imam le pidió a mi padre que lo hiciese, pero el califa le indicó que lo hiciera él mismo. Entonces el Imam se levantó, se puso su capa, se dirigió hacia la mula y le colocó las riendas. Luego volvió a sentarse. El califa le ordenó: '¡Oh, Abu Muhammad!, ¡ensíllala!'. El Imam volvió a pedirle a mi padre que lo hiciera, y el califa volvió a insistirle que quería que él mismo lo hiciese. El Imam se levantó por segunda vez y la ensilló. Luego volvió a su asiento. El califa le preguntó: '¿Piensas que la puedes montar?'. El Imam asintió y luego fue hacia la mula montándola sin que ésta mostrase el menor signo de resistencia. La hizo galopar a través de todo el patio y luego la trajo al paso, exhibiendo así su belleza de un modo deslumbrante. Después desmontó y regresó a su lugar. El califa le preguntó: '¡Oh, Abu Muhammad!, ¿cómo la encuentras?'. El Imam respondió: 'No he visto a ninguna que se le iguale en belleza y vivacidad'. Al Muta'in le dijo: 'El Comandante de los creyentes te la regala'".

3.- Se narra que el Imam Al-Askari (P) fue detenido por 'Ali Ibn Awtamish, quien mostraba abiertamente su hostilidad contra la familia del Profeta, en especial contra los descendientes de Abu Talib. Se le ordenó que lo tratase de la manera más dura, y así se dispuso a hacerlo. Luego de haber pasado sólo un día con el Imam, comenzó a tratarlo con amabilidad, humildad y respeto. No levantaba sus ojos ante el Imam como signo de consideración y honra. Se convirtió en la persona que trataba con mejores modales al Imam y quien más lo elogiaba.

4.- Abu Hashim Al-Ya'fari (un descendiente de Ya'far Ibn Abi Talib) ha transmitido: "Le escribí a Abu Muhammad Hasan Al-Askari (P) quejándome de la opresiva prisión en la que me encontraba, y la dureza de las cadenas con las que solían sujetarme. El me envió un mensaje diciéndome: 'La próxima plegaria del mediodía la rezarás en tu propia casa'. Luego de recibir este mensaje, fui liberado y pude rezar la oración del mediodía en mi casa. Yo estaba angustiado por mi situación económica, y, le escribí al Imam pidiéndole ayuda, pero por vergüenza no le envié el mensaje. Cuando regresé a mi casa, encontré que él me había enviado una bolsa con 100 dinares y un mensaje que decía: 'Cuando te encuentres en estado de necesidad, no te avergüences ni te refrenes, pide y se te dará lo que precises, si Dios quiere'".

5) Cuenta Abu Hamza Nasir Al-Hadim, un sirviente del Imam Al-Askari: "En más de una ocasión lo escuché hablando a sus sirvientes en sus propias lenguas, mientras que entre ellos había turcos, bizantinos y caucáseos. Yo estaba sorprendido por eso y pensaba: Este hombre nació en Medina y nunca salió de allí ni se reunió con nadie hasta que su padre, Abu Hasan Al-Hadi (P), falleció. Nadie lo conocía antes de eso. ¿Cómo posee este conocimiento? Yo estaba pensando en el momento que vino hacia mí y me dijo: 'Dios Ha separado a Su prueba del resto de Sus criaturas y le Ha dado el conocimiento de todo. Es por eso que él conoce los idiomas, las genealogías y los eventos. Si no fuese por esto, no habría diferencia entre la prueba de Dios y aquellos que la reciben'".

6) Al Husain (P) Ibn Zarif, un seguidor del Imam Al-Askari (P), reporta lo siguiente: "Dos temas ocupaban mi mente y quise escribirle al Imam para preguntarle por ellos. El primero era referente a cómo juzgaría aquel que dirigiese a la comunidad por el resto del tiempo (el Imam Al-Mahdi -P-). Por otro lado, quería pedirle algún remedio para la fiebre intensa. El me respondió diciéndome: 'Tú has preguntado sobre aquel que dirigirá a la comunidad por el resto del tiempo después de mí. Cuando él asuma su puesto, juzgará entre la gente en base a su conocimiento, de la misma forma que lo hacía David (P), sin pedir evidencias al respecto (pues no necesitará de las pruebas para emitir sus sentencias). Por otro lado, tú querías pedirme un remedio para la fiebre, pero te has olvidado de mencionarlo. Debes escribir en un papel la siguiente aleya: «¡Oh, fuego! sé frío y un lugar de seguridad para Abraham» (21:69), y colgárselo en el cuello a la persona afiebrada. Yo hice esto, y la persona se recuperó'".

7.- Narra Ismail Ibn Muhammad, un descendiente del Abbas: "Estaba sentado a la vera del camino esperando a Abu Muhammad (P). Cuando él pasó, me quejé de mi necesidad, diciéndole que no poseía ni siquiera un dirham, ni nada para comer. El me dijo: 'Tú juras por Dios en falso. Has enterrado 200 dinares en un lugar. Pero esto no te lo digo como excusa para no darte nada'. Luego se dirigió hacia su sirviente y le ordenó: 'Entrégale lo que lleves contigo'. El sirviente me dio 100 dinares. Luego el Imam se acercó y me dijo: 'Los dinares que has enterrado te serán negados en un momento de necesidad mayor que el presente'. El habló con la verdad. Yo gasté lo que me había dado, y luego tuve una necesidad más dura que la anterior. Me reclamaron el pago de unas deudas, y los medios para obtener recursos de las autoridades me fueron cerrados. Entonces cavé para buscar los dinares que había enterrado, y no pude hallarlos. Uno de mis hijos que sabía donde estaban, los había tomado y había huido. Yo no pude hacer nada".

8.- 'Ali Ibn Zaid, un descendiente de Zaid Ibn 'Ali Ibn Husain, cuenta: "Yo tenía un caballo por el cual era frecuentemente mencionado en las reuniones, con el que estaba sumamente complacido. Un día fui a visitar a Abu Muhammad Hasan Al-Askari (P) y me preguntó: '¿Qué está haciendo tu caballo?'. Yo le respondí: 'Está conmigo. Acabo de dejarlo ante tu puerta'. Luego me dijo: 'Debes venderlo antes del atardecer, si puedes encontrar algún comprador. No te retrases'. En ese momento entró otro visitante, y no hablamos más sobre el tema. Me fui pensativo a mi casa y le comenté a mi hermano lo ocurrido. El me dijo: 'No sé qué pensar al respecto'. Pero yo estaba muy orgulloso de mi caballo, y consideraba al resto de la gente indigna de él. Cayó la noche, y luego de la plegaria el cuidador de los caballos vino hacia mí y me informó: '¡Oh, señor mío!, tu caballo acaba de morir'. Yo me sentí muy apenado y comprendí lo que el Imam había querido decirme. Unos días después fui a visitar a Abu Muhammad Hasan Al-Askari (P) pensando: Desearía que él lo reemplazase por otro animal. Me senté delante suyo y antes que pudiese hablar, me dijo: 'Sí, muchacho. Nosotros te lo reemplazaremos'. Entonces le ordenó a su sirviente: ¡Tráele mi caballo bayo oscuro! Luego me dijo: 'Este es mejor, de paso más firme que el tuyo, y será más longevo'".

9.- Transmitido por Ahmad Ibn Muhammad, un shi'íta proveniente de Qom: "Le escribí al Imam en el momento que Al-Muhtadi (el califa) comenzó a matar a los esclavos: '¡Oh, señor mío!' Alabado sea Dios por Haberlo distraído al califa de nosotros. He escuchado que él te amenazaba. Por Dios, que voy a eliminarlos de la faz de la tierra'. Entonces Abu Muhammad Hasan Al-Askari (P) me escribió una carta escrita con su propio puño y letra, diciéndome: 'Al-Muhtadi no vivirá mucho tiempo más. Cuenta cinco días a partir del momento en que recibas esta carta, y verás que al sexto día él será ejecutado, después de ser humillado y degradado de su rango'. Sucedió tal como él anunció".

10.- Transmitido por Kamil: "En cierta ocasión ingresé a donde se encontraba mi señor, Abu Muhammad Al-Askari (P) y mi vista cayó sobre las ropas resplandecientes y blandas que llevaba puestas. Me dije a mí mismo: 'Una prueba de Dios, ¿cómo viste esta ropa suave, mientras nos ordena compartir con nuestros hermanos y nos veda vestirnos así?'. Entonces el Imam me miró sonriendo y me dijo: '¡Oh, Kamil!', y levantándose la manga me mostró un fieltro de lana muy gruesa y de color negro, que llevaba sobre su piel. Agregó: 'Este es para Dios. El otro es para vosotros'".

Respuesta a varias preguntas

1.- Abu Hashim Ya'fari narra: "Un hombre preguntó al Imam: '¿Por qué una mujer indigente lleva una parte de la herencia mientras que el hombre lleva dos partes de ésta?'. El Imam respondió: 'Ya que la guerra santa y los gastos de la casa no son obligatorias para la mujer, y también la multa a pagar por la muerte indeliberada de alguien tiene que ser cubierta por el hombre y la mujer no es responsable de pagar nada'".

Abu Hashim dice: "Me dije a mí mismo que antes había escuchado de Ibn Abi Al-'Awya que había preguntado al Imam As-Sadiq (P) esta misma pregunta y había obtenido esta misma respuesta. El Imam Al-'Askari (P) se volvió hacia mí y dijo: 'Así es, esta es la misma pregunta de Ibn Abi Al-'Awya. Cuando la pregunta es la misma, nuestra respuesta es la misma. Para el siguiente Imam sucederá lo mismo que para el Imam anterior. Para el primero y último de nosotros en cuanto a sabiduría y jerarquía ocupamos el mismo nivel, y las virtudes y distinciones del Enviado de Dios y el Príncipe de los Creyentes 'Ali (P) son fijas'".

2.- Hasan Ibn Dzarif escribió al Imam Al-'Askari (P): "¿Cuál es el significado de las palabras del Enviado de Dios (PBd) respecto al Príncipe de los Creyentes 'Ali (P) donde dice: 'Aquél de quien yo sea su Señor, 'Ali es su Señor'?'. El Imam respondió: 'Las palabras de este honorable significan que coloquen a 'Ali (P) como Imam, para que sean reconocidos los partidarios de Dios (y los seguidores de la verdad) en caso de discrepancia y separación'".

3.- Hirawi cuenta: "Uno de los hijos Asbat me dijo: 'Escribí una carta al Imam Al-'Askari (P) y lo enteré respecto al desacuerdo que existía ente sus amigos, y le solicité que para terminar con este desacuerdo mostrase un prodigio'. El Imam me respondió: 'En verdad que Dios, Amado y Honrado sea, habla con el inteligente, nadie puede traer más muestras y razones de las que trajo el último Profeta y Señor de entre los profetas, a pesar de esto su pueblo dijo: '¡es un brujo y un mentiroso!' Guió a aquellos que eran dignos de ser guiados, los milagros únicamente provocaron el silencio y tranquilidad de mucha gente y esta es la razón por la cuál Dios, Amado y Glorioso, nos permite hablar y cuando nos niega hablar silenciamos. Si Dios quisiera que la verdad no fuese mostrada, no hubiese enviado a sus Profetas para que informasen de la buena nueva (la recompensa, el Paraíso) y el temor (el castigo, el Infierno), los Mensajeros de Dios estando débiles o poderosos mostraron la verdad y en algunas ocasiones hablaron, para completar la orden de Dios y confirmar Su Sabiduría.

Los hombres se dividen en diferentes grupos y niveles, un grupo son conscientes y transitan por el sendero de la salvación, han llegado a la verdad y cumplen con los fundamentos y las ramas del Islam, y no dudan ni vacilan, ni buscan otro refugio. Otro grupo, no toma la verdad de los poseedores de ésta; este grupo se asemeja a aquellos que se hacen a la mar, que cuando el mar se encuentra tempestuoso, ellos están intranquilos e inquietos, y cuando se apacigua, ellos también se tranquilizan.

Hay un tercer grupo que el Demonio los ha dominado y por envidia se oponen hacia los que tienen el derecho, quitándoles el derecho a través de lo falso. Aléjate de aquél que (salió del sendero recto y) va hacia la derecha e izquierda; el ovejero cada vez que desee puede juntar a su rebaño con el menor esfuerzo.

Mencionaste en tu carta el desacuerdo entre los jefes y amigos, si la gloria y grandeza son las razones entonces no hay duda que aquél que se encuentra en la jerarquía del mando y califato (o sea el Inmaculado Imam) es el más digno para decidir y ordenar. Tú sé benévolo y considera a aquéllos que se encuentran en tu jurisdicción y bajo tu mando, y evita revelar nuestros secretos y la dirección, que estos dos terminan con el hombre.

Mencionaste que quieres viajar a Fars (Persia, Irán), ve a Fars que Dios quiere para ti lo mejor y más beneficioso, ojalá que llegues a Egipto con salud y seguridad. Haz llegar mis saludos a aquellos de mis amigos que son de confianza, e invítalos a la abstinencia y continencia ante Dios, diles que sean honestos con aquellos que dejan algo en depósito y avísales que aquél que revele nuestros secretos es como si se enfrentara a nosotros en la guerra'.

Dijo: 'Cuando leí la frase: 'Ojalá que llegues a Egipto con salud y seguridad', no comprendí su significado hasta que llegue a Bagdad y quería ir a Fars, sin embargo, no fue posible. Me dirigí a Egipto (entonces se evidenció por qué el Imam lo había mencionado)'".

4.- Muhammad Ibn Al-Hasan Ibn Maimun cuenta: "Escribí una carta al Imam Al-'Askari (P) quejándome de la pobreza y de la miseria en la que me encontraba, entonces me dije a mí mismo: '¿Acaso el Imam As-Sadiq (P) no manifestó: 'La pobreza con nosotros es preferible que el desahogo con los demás, y ser asesinado con nosotros es mejor que quedar vivo con nuestros enemigos?'. El Imam (P) respondió la carta diciendo: 'Cuando se incrementan los pecados de los guardianes y de nuestros amigos, Dios, Amado y Glorificado sea, los aleja de las faltas por medio de pobreza e indigencia, mientras que al mismo tiempo muchas de sus faltas se las perdona. Al igual que tu dijiste: 'La pobreza con nosotros es preferible que el desahogo con otros', y nosotros somos un albergue para aquellos que se refugian en nosotros, y somos una luz para aquellos que buscan sabiduría en nosotros, y un guardián para aquellos que buscan un recurso en nosotros: aquél que nos ama se encuentra con nosotros en la cúspide más alta (cerca de Dios), y aquél que se aleja de nosotros se dirigirá hacia el Fuego'".

Sus milagros y su relación con el mundo invisible

El Imam Al-'Askari (P) al igual que sus honorables antepasados, mantenía relaciones especiales con Dios, Glorificado sea, con el mundo invisible, así como con los ángeles. El poseía las ciencias ocultas y sabiduría completa del wali (guardián y protector) que es una de las dignidades de los imames, y en las obras y narraciones de los sabios se encuentran registrados innumerables casos de los milagros y noticias del mundo invisible de este Inmaculado, que para reunir todas éstas necesitan de un libro por separado. Nosotros aquí nos limitamos únicamente a mencionar algunos ejemplos de éstos:

1.- Abu Hashim Ya'fari relata: "En una ocasión fui a visitar a Abu Muhammad (Imam Al-'Askari -P-) y quería solicitarle un trozo de plata para mandarme a hacer un anillo, y pedirle que lo bendijese. Me senté y olvidé mi propósito. Cuando quise retirarme, el Imam me obsequió un anillo y dijo: '¡Querías plata, yo te di un anillo, te has ahorrado la piedra preciosa que tiene así como la comisión del joyero!. Que sea para bien, ¡oh, Abu Hashim!'.

Expresé: '¡Mi señor, atestiguo que tú eres el wali de Dios y mi Imam, que obedecerte es parte de mi religión!'.

El Imam me dijo: 'Dios perdone tus pecados, ¡oh, Abu Hashim!'".

2.- Shablanyi en su obra "Nur Al-Absar" relata de Abu Hashim Ya'fari lo siguiente:

"Yo y cuatro más nos encontrábamos prisioneros en la cárcel de Salih Ibn Wasif cuando trajeron al Imam Hasan Al-'Askari (P) y a su hermano Ya'far. Rodeamos al Imam para servirlo. En la cárcel se encontraba un hombre de la tribu de los Bani Yumah y decía ser uno de los shi'itas; el Imam nos dijo:

'Si entre vosotros no se encontrase una persona que no es de nosotros, les informaría cuando seréis puestos en libertad'. Y señalando al hombre yumahi le dijo que saliera, y él así lo hizo, entonces nos dijo:

'Ese hombre no es de vosotros, tengan cuidado de él, ha escrito un informe de lo que habéis dicho y lo ha guardado entre sus ropas, con la intención de entregarlo al Califa'.

Algunos de nosotros comenzamos a buscar entre sus ropas y encontramos el informe que había escondido. Había escrito cosas importantes y peligrosas respecto a nosotros…".

3.- Muhammad Ibn Rabi' Shibani relata: "En Ahwaz debatí y discutí con uno de los dualistas, luego me dirigí a Samarra y las palabras de ese habían influido un poco en mí mismo. Me encontraba sentado en casa de Ahmad Ibn Jasiib cuando el Imam Al-'Askari (P) llegó de una reunión general y me vio, entonces señalándome dijo: '¡Dios es único! ¡Único! ¡Único! ¡Considéralo Uno!'. Y en ese mismo momento me desmayé".

4.- Muhammad Ibn 'Aiiash cuenta: "Nos encontrábamos algunos reunidos y hablábamos respecto a los prodigios del Imam Al-'Askari (P). Un hombre nasibi (secta que enemistaba con 'Ali -P-) se encontraba presente, entonces dijo: 'Yo escribo una carta sin tinta. Si el Imam puede responder a ésta aceptaré que tiene el derecho'. Nosotros teníamos preguntas las cuáles escribimos. El nasibi también escribió sin utilizar tinta, y todas las enviamos al Imam Al-'Askari (P). El Imam respondió a nuestras cartas y sobre la hoja del nasibi escribió el nombre de éste, y el de su padre y madre. El nasibi al ver esto perdió el conocimiento, y cuando se recuperó aceptó la verdad y se convirtió en uno de los shi'itas del Imam".

5.- 'Umar Ibn Abu Muslim expone: "Mi vecino contiguo era Samii' Masmi'i y constantemente me molestaba. Escribí una carta al Imam Al-'Askari (P) solicitándole que suplicara para que Dios diera una solución a mi problema. Me respondió: 'Te doy la noticia de que muy pronto se solucionará y tú serás el propietario de la casa de tu vecino'. Después de un mes el vecino murió, yo compré su casa y por las bendiciones del Imam agregué esa casa a la mía".

6.- Abu Hamzah relata: "Vi repetidas veces que el Imam hablaba con cada uno de sus sirvientes (que eran de diferentes nacionalidades, y había entre ellos turcos, bizantinos, dailamies -norte de Irán- y ruso) en el idioma de cada uno de éstos. Yo quedé asombrado y me dije: '… el Imam nació en Medina… ¿como es posible que pueda hablar diferentes idiomas?'. El Imam se volvió hacia mí y dijo: 'En verdad que Dios Amado y Glorioso creó superior a Su prueba entre sus demás creaciones, y le Otorgó a cada cosa sabiduría. El Imam conoce los diferentes vocablos, el linaje y lo que sucederá en el futuro, y si fuese contrario a esto, no existiría diferencia entre un hombre común y el Imam'".

Algunas de las sabias palabras del Imam

"...El común de la gente debe imitar a aquel jurista que se controla a sí mismo, que es custodio de su religión, que se opone a sus deseos y es obediente a su Señor. Esto sólo se da en algunos de los sabios shi'ítas, no en todos".

"Aquél que aconseja a su hermano en secreto, lo ha adornado, y aquél que lo haga públicamente y frente a los demás, lo ha desacreditado".

"Cuando los corazones se encuentran regocijantes llénalos de sabiduría y ciencia, y abandónalos cuando se termina su regocijo y se encuentran tristes".

"El buen rostro es la belleza externa, y el buen intelecto la belleza interna".

"El más débil de los enemigos que te engaña, es aquel que manifiesta su enemistad".

"La humildad es una bendición que nadie siente envidia por ésta".

"Las impurezas se encuentran reunidas en una casa, y la mentira es la llave de éstas".

"Mostrar alegría ante alguien que se encuentra triste, está lejos de la educación".

"No discutas ni pelees tanto que perderás tu crédito, y no bromees que encontrarán atrevimiento hacia ti".

"No te apresures a cosechar una fruta inmadura; sólo debes tomarla en su debido tiempo... Así mismo, no te apresures en saciar tus necesidades antes de su tiempo, porque tu corazón y tu pecho se estremecerán haciéndote caer en la desesperación...".

"Para educarte a ti mismo es suficiente con que no realices lo que te disguste de los demás".

"Para obsequiar y regalar existe un límite, que si te excedes de éste se convierte en derroche".

"Pronto llegará para la gente un tiempo en el cual sus rostros lucirán sonrientes y claros, pero sus corazones serán negros y oscuros. La tradición (sunnat) será para ellos innovación, y la innovación será considerada tradición. El creyente se hallará entre ellos deshonrado, y el hipócrita será respetado. Sus gobernantes serán dictadores ignorantes y sus sabios se hallarán a la puerta de los opresores".

"Saluda a cualquiera que encuentres y siéntate en las reuniones en la parte baja, de éstas que esto es muestra de humildad".

"Te aconsejo que seas moderado en tu vida, y evites malgastar y excederte".

"Viajar para llegar a Dios, Glorificado sea, es el viaje que únicamente se logra por la noche (a través del desvelo)".

"Y para ser cuidadoso hay también una medida, que si te excedes de ésta provoca temor".

El descendiente del Imam Hasan Al-Askari (P)

El Imam Hasan Al-Askari (P) tuvo un solo hijo, el Imam oculto. El informó a algunos de sus seguidores de confianza acerca de su hijo, pero no lo presentó públicamente, señalándolo como su sucesor, tal como había ocurrido con el resto de los Imames. Sin embargo, la existencia del Imam Al-Mahdi (P) había sido anunciada tanto por el Profeta (PBd) como por los demás Imames, quienes lo habían señalado como un hijo de Al-Askari (P). Incluso existen muchos reportes que el mismo Imam Al-Askari (P) informó sobre la existencia de su sucesor.

1) Narró Muhammad Ibn 'Ali Ibn Bilal: "Me llegó información de parte de Al-Askari (P) sobre su sucesor dos años antes que él muriera. Luego tres días antes de su muerte, volvió a informarme sobre su sucesor".

2) Reportó Abu Hashim al Ya'fari: "Le preguntaron a Al-Askari (P): ¿Tienes un hijo? Contestó: 'Sí'. Replicaron: 'Si algo te sucede, dónde debemos preguntar por él?'. Contestó: 'En Medina'".

3) Contó Amr Al Ahwazi: "Abu Muhammad Hasan Al-Askari (P) me mostró a un niño y me dijo: 'Este es tu Imam después de mí'".

Su martirio

Los califas de Bani 'Abbas y sus subalternos habían escuchado que los Imames de Ahlul Bait (P) eran doce, y el decimosegundo de entre éstos durante "la Aparición" después de la Ocultación, terminaría con los tiranos, daría fin a los gobiernos ilegales y establecería en el mundo la justicia y equidad. El conocimiento de este asunto, en especial durante la época de los Imames Al-Hadi (P) y Al-'Askari (P) fue causa de preocupación entre los califas, y por ello vigilaban muy de cerca al undécimo Imam Al-'Askari (P), y se encontraban muy deseosos que este Imam no tuviese hijos. Ellos tenían bajo vigilancia todos los asuntos del Imam desde diferentes ángulos, inclusive encarcelaron varias veces al Imam y finalmente Al-Mu'tamid Al-'Abbasi que era testigo de cómo la atención de la gente hacia el Imam incrementaba día a día, y la prisión, el ambiente sofocante y la vigilancia tenían una influencia contraria a la que él esperaba, no soportó y decidió matar a este Inmaculado, por lo que lo envenenó en secreto. Y el Imam fue martirizado el 8 de Rabi Al-Auwal del año 260 de la Hégira. (viernes 1 de enero 874 d.C.).

La influencia del Imam en la sociedad, principalmente el pánico que tenía de que los shi'itas y seguidores de 'Ali (P) hiciese una revuelta al enterarse que el Imam había sido envenenado, lo atemorizaba grandemente, por ello trató por cualquier medio de ocultar este suceso; Ibn Sabaq Maliki en su obra "Al-Fusul Al-Muhimmah", registra de uno de los vigilantes de la corte 'Abbasí 'Abdul.lah Ibn Jaqan lo siguiente:

"...Cuando el Imam Abu Muhammad Hasan Ibn 'Ali Al-'Askari (P) falleció, nos asombramos al ver el estado especial en que se encontraba Al-Mu'tamid el Califa 'Abbasí. Estábamos sorprendidos ya que él era califa de esa época y tenía en sus manos el poder. Cuando Abu Muhammad (Imam Al-'Askari -P-) estaba agonizando, cinco personas especiales de los cercanos del califa que todos ellos eran de los jurisconsultos de la corte, fueron enviados a casa del Imam. Al-Mu'tamid les ordenó que no se moviesen de ahí y cualquier cosa que sucediese se lo informasen; así también envió a un grupo de enfermeros para que lo cuidasen y sirviesen, y ordenó a Qadzi Ibn Bajtiar que eligiese a diez personas de confianza y las mandase a casa del Imam, y día y noche frecuentasen la casa y lo tuviesen bajo vigilancia. Dos o tres días después informaron al Califa que la salud del Imam había empeorado y que era imposible que la recuperara, el Califa ordenó: '¡Día y noche acompañen al Imam en su casa!'. Y así lo hicieron hasta que después de unos días el Imam falleció.

Cuando se expandió la noticia del fallecimiento de este Inmaculado, en Samarra comenzó un movimiento; por todos lados se dejaban escuchar gritos y lamentaciones, y los bazares y las tiendas cerraron. Los Bani Hashim, los integrantes de los tribunales, los generales del ejército, los jueces de la ciudad, los poetas, los testigos y demás gente se dirigieron al funeral del Imam. Ese día Samarra se asemejaba al día del Juicio Final. Cuando el cuerpo de este Inmaculado estuvo listo para ser enterrado, el Califa envió a su hermano 'Isa Ibn Al-Mutawakkil para que realizara la oración del muerto para el Imam. En el momento que colocaron el cuerpo sobre la tierra para realizar la oración, 'Isa se acercó y destapó la cara de este Inmaculado, y luego de mostrarla a los shi'itas, a los 'abbasíes, a los jueces, a los escritores y a los testigos, dijo: 'Éste es Abu Muhammad Al-'Askari (P) que falleció de muerte natural y… (nombrando a dos los servidores del Califa) fueron testigos!'. Luego cubrió nuevamente la cara del Imam y realizó la oración del muerto para él y ordenó que lo llevaran a enterrar. El martirio de Abu Muhammad Hasan Ibn 'Ali (P) en Samarra ocurrió el viernes de 8 de Rabi Al-Auwal de año 260 de la Hégira., y este Inmaculado fue enterrado en su casa y en la misma habitación en la cuál fue enterrado su padre".

Lo aquí mencionado, muestra claramente la situación sofocante en la que se encontraba el Imam y el porqué el gobierno estaba preocupado. Así también evidencia como el Califa estaba aterrorizado de que se descubriese el envenenamiento y asesinato del Imam y con un programa bien proyectado desde antes hizo parecer como si la muerte del Imam hubiese sido una muerte natural y en su lecho. Así es, los tiranos consideraban peligrosa la existencia de los Inmaculados Imames para su reinado, y para apagar la luz de estos verdaderos líderes hasta donde les fue posible y bajo una estrecha vigilancia los mantenían alejados de la sociedad, y finalmente los asesinaban.

Al-Mu'tamid Al-'Abbasi después de haber martirizado al Imam Al-'Askari (P) aparentemente al repartir la herencia del Imam entre la madre y el hermano de este Inmaculado trató de mostrar que el Imam Al-'Askari (P) no tenía hijos, para de esta forma los shi'itas perdiesen las esperanzas de un siguiente Imam. En secreto mandó a sus comisionados para que buscaran en todas partes que en caso de que encontrasen a un niño lo tomaran preso. Los comisionados del Califa provocaron gran presión en la familia del Imam, sin embargo, no pudieron encontrar a el Imam Al-Qa'im el Reformador (P) y Dios Todopoderoso lo protegió de los engaños de los tiranos. Y a pesar de que el Imam Huyyat Ibn Al-Hasan Al-Mahdi (P) para estar protegido de los atropellos de los opresores, evitó tener contacto directo con la gente y presentarse en persona ante la sociedad y por orden divina se ocultó, sin embargo, los shi'itas y los compañeros cercanos del Imam Al-'Askari (P), que repetidas veces habían visto al Imam Al-Qa'im (P) cuando era un infante tenían la seguridad de su existencia y cuando el Imam Hasan Al-'Askari (P) falleció, el Imam Al-Qa'im (P) se presentó en el patio de la casa del Imam e hizo a un lado a su tío Ya'far que quería realizar la oración de muerto para el Imam Al-'Askari (P), entonces él mismo la realizó.

Durante todo el Ocultamiento Menor también los shi'itas mantuvieron contacto con éste Inmaculado por medio de los "representantes especiales" del Imam, y también el Imam a través de sus representantes respondía a las preguntas de los shi'itas.